Para aprovechar mejor el tiempo decidimos llegar hasta Carcassonne (desde Barcelona) sin utilizar las carreteras principales y aprovechando el trayecto para hacer alguna de las visitas que nos habíamos planteado. Así que llegados a Francia y tras continuar un rato en dirección a Perpignan, nos desviamos hacia Trouillas, Thuir, Estagel y Saint Paul de Fenouillet.
Desde este último para poder visitar las Gorges del Galamus (nuestro primer objetivo) hay que tomar la D7 que va hacia Bugarach.
Gorges de Galamus
Las gorges son atravesadas por una carretera impresionante construida a plomo sobre el abismo y con la anchura para un solo coche (tiene continuos “apartaderos” para permitir los cruces). El trozo de las gorges comprende algo mas de 1 km. Por lo que se puede recorrer tranquilamente paseando aunque la carretera sea algo estrecha.
Justo antes de entrar en la parte más dura de las Gorges se encuentra la Ermita de San Antonio de Galamus. La vimos desde al mirador y al acceso estaba cerrado. Es un paseo no recomendable para personas con movilidad reducida ya que la distancia es considerable y hay bastantes escaleras.
Pasadas las gorges seguimos hacia Bugarach, se van sucediendo campos de viñas y paisajes agradables para el viajero.
Coordenadas GPS: 42.844239,2.478447
Más información: Gorges_de_Galamus
Rennes-le-Château
Rennes es un pueblo situado a cierta altitud, por encima de los valles del Aude y del Sals, desde el cual se podía vigilar tanto el paso a los Pirineos como hacia la región del Languedoc. Es un pueblito pequeño, encantador y, como no, bastante bien cuidado. Su fama es debido a ciertas leyendas que cuentan que se encontraron unos pergaminos con el árbol genealógico merovingio (unido a la posible descendencia de Jesús), según dicen también existen pistas en alguna lapida del cementerio. Asimismo también se cree que los restos de Maria Magdalena se podrían encontrar por la región. La visita es agradable. Vale la pena visitar, el paseo es fácil aunque algunas calles presentan cierto desnivel.
- Iglesia parroquial de la Magdalaine, con una curiosa pica sostenida por una figura encarnando al Diablo Asmodeo, y diversos signos masónicos. Ciertamente esta pequeña iglesia esta muy bien conservada, con pinturas muy coloridas. Durante la estancia en la iglesia, sonaban unos cantos gregorianos que te dejaban francamente con una sensación de paz absoluta.
- Cementerio adosado a la iglesia con restos de un anterior cementerio neolítico de hace unos 3.000 años, pero no dejan acceder a él.
- Torre Magdala, Villa Béthania. Una torre neogótica dedicada a María Magdalena.
Coordenadas GPS: 42.927231,2.264104
Más información: Rennes-le-Château
Nuestra próxima parada fue en Coustaussa.
Castillo de Coustaussa
Las ruinas del castillo de Coustaussa son impresionantes cuando se divisan. Pero, a pesar de conservar una cierta nobleza, los vestigios son solo pedazos de muro que vigilan el valle. Este castillo, construido hacia mitad del siglo XII por los Trencavel, fue ocupado en 1210 por Simón de Montfort, que lo encontró ya abandonado. Coustaussa fue habitado hasta el comienzo del siglo XIX, época en que fue demolido.
Los lugareños nos recomendaron no acceder al castillo ya que es bastante peligroso, vaya que por no tener, no tenía ni acceso y eso que está casi dentro del pueblo. Eso sí, las vistas desde la carretera son para no perdérselas.
Coordenadas GPS: 42.940602,2.277909
Más información (en inglés): Costaussa
Desde aquí ya llegamos directos a Carcassonne.