One World Observatory, Nueva York

Durante el primer tour panorámico en autobús que hicimos por Nueva York visitamos la torre One World, icónico y flamante nuevo rascacielos de la ciudad, y su observatorio ubicado en el distrito financiero.

Con sus 541 metros de altura es el sexto edificio más alto del mundo, este gigantesco y brillante rascacielos destaca sobre el Skyline de Nueva York desde todos los ángulos, de día y de noche, como antes hicieran la Torres Gemelas.

A medida que uno se va acercando a la torre One World, nota como la presencia de fuerzas de seguridad aumenta y parece como si el tiempo se fuera deteniendo e incluso el ruido de la ciudad disminuye. El recuerdo de los atentados y la tragedia del 11S sigue muy palpable en la zona, donde también se encuentra el Museo 9/11 Memorial en recuerdo de lo que sucedió y en honor a las víctimas y a las fuerzas del estado que participaron en la recuperación del desastre.

La zona de visita de la One World comprende los pisos 100, 101 y 102 y todas las modalidades de entrada incluyen la subida en los ascensores Sky Pod (de los más rápidos del mundo), la filmación See Forever que presenta la ciudad y el acceso a las cafeterías y restaurantes de esos 3 pisos.

Hay varios tipos de entradas: la Standard donde eliges fecha y hora de entrada con intervalos de 15′; la Priority que da derecho a entrar a cualquier hora y utilizar unos ascensores diferentes (sin colas); la Weekday que da derecho a entrar una vez cualquier día laborable; la Weekend que da derecho a entrar en sábado o domingo; y la Sunset que te permite entrar entre las 16 y las 19:15 del día reservado para ver la puesta de sol.

Todas ellas te dan acceso al edificio una sola vez y la diferencia entre ellas (además del precio) es el intervalo permitido para entrar, si tienes todo tu horario calculado la mejor es la Standard, si vas con prisas la Priority y si no te importa mucho el día /hora exactos cualquiera de las otras.

Nosotros llegamos al One World sin entrada, y solo hicimos 5 minutos de cola para comprarla. Tras entrar por unos pasillos con imágenes de los rescates durante los atentados te guían hacia los Sky Pods, unos ascensores apantallados que te suben directos al observatorio (piso 102) en menos de 60 segundos y mientras te enseñan en sus paredes un mini-documental sobre el desarrollo del Skyline de NYC.

Cuando llegas arriba, te espera la espectacular presentación See Forever, de la que no voy a explicar mucho para no haceros de spoiler, vale mucho la pena.

A partir de ahí ya te puedes mover libremente por los 3 pisos de la One World que componen la visita, donde además de las vistas 360º de la ciudad y sus alrededores, se encuentran el City Pulse (un conserje interactivo que da información sobre la ciudad), el Sky Portal (una plataforma de 4 metros de diámetro que muestra imágenes HD y en tiempo real de las calles que hay debajo), cafeterías, restaurantes y la tienda de souvenirs.

Las vistas a la ciudad son espectaculares, es el mirador más alto de Nueva York y su posición en el distrito financiero permite observar desde la Estatua de la Libertad y Staten Island, hasta Brooklyn, New Jersey o los barrios del Norte. El resto de rascacielos, desde éste, se ven pequeños (parece una broma).

Por poner una pega diré que los observatorios son interiores, no hay ninguno al aire libre, y los cristales que te separan del exterior dependiendo del sol causan unos reflejos que impiden disfrutar plenamente de las vistas en algunos ángulos. Tampoco llegan a verse las dos piscinas que se construyeron donde antes estaban las Torres Gemelas.

Unas fotos del rascacielos desde diferentes ángulos (tomadas en varios días).

Y unas fotos de las vistas desde la torre hacia diferentes ángulos de la ciudad.

Cuando bajamos del observatorio, estuvimos paseando por el World Trade Center, entre las huellas que dejaron las dos Torres Gemelas y las piscinas construidas donde estuvieron sus cimientos que constituyen parte del Memorial en honor a las víctimas.

Es un lugar especial donde de nuevo el silencio se hace más palpable. Los muros que delimitan las piscinas tienen gravados los nombres de todas las víctimas, el agua cae por el interior formando una cascada infinita hacia un pozo sin fondo, las muestras de cariño hacia los seres perdidos… impresiona.

Tras otro rato allí seguimos encaminamos nuestros pasos hacia el resto del distrito financiero.