Día 9. Carretera y lago Maligne, Jasper NP (II)

Un nuevo día para recorrer otra parte del Jasper National Park. Hoy nos decantamos por la carretera que llega hasta el lago Maligne, que tiene otras dos paradas casi obligatorias, el cañón Maligne y el lago Medicine.

Maligne Road

La carretera que lleva hasta el lago Maligne parte de un desvío de la Yellowhead Hwy. y tiene una longitud de unos 44 km, terminando en el mismo lago.

Nada más tomar esta carretera nos encontramos con la señal de alerta de osos, avisando de no bajarse del coche si se veía alguno. Poco después vimos el primer mamífero «grande» en el mismo arcén. Se trataba de un caribú pastando tranquilamente ajeno a los turistas que, como nosotros, paramos a hacerle fotos. Más adelante, pasado el lago Medicine nos encontramos con unas cabras en la carretera, pero no eran de la especie endémica de estos parques sino más comunes.

Toda la carretera es una ruta paisajística donde además de la oportunidad de ver algún animal, tiene vistas a bosques, lagos y montañas impresionantes. A continuación agrupamos varias fotos de los animales y los paisajes y que hicimos en los trayectos de ida y vuelta:

Cañón Maligne

El Maligne Canyon está considerado como el cañón más famoso de las Rocosas Canadienses. Su profundidad alcanza los 50 metros y en algunos puntos tiene solo 2 metros de anchura. Es parte del recorrido del río Maligne, que nace en el lago del mismo nombre. En los meses de verano, este río «desaparece» de la superficie poco después del Lago Medicine para reaparecer en este cañón y terminar desembocando en el río Athabasca.

El sendero que recorre el cañón tiene una longitud de 3,7 km (solo ida), está cruzado por 6 puentes y se puede comenzar desde dos puntos diferentes. Junto al puente número 5 hay un aparcamiento secundario desde el que se puede recorrer el sendero hasta el puente 6 y de vuelta cuesta arriba hasta el inicio del cañón. El área de aparcamiento principal da acceso directo a los puentes 1 y 2. Os dejamos un enlace al folleto explicativo del sendero, con mapa.

Nosotros aparcamos junto al número 5, en realidad este puente ya está fuera de la zona más estrecha del cañón. Nos acercamos al río a hacer algunas fotos y volvimos al coche para llegar al puente número 1 y hacer un trozo del recorrido desde allí.

Desde este punto el sendero discurre entre bosques y junto al cañón en su recorrido más estrecho. Hay tramos de escaleras y varios puentes muy seguidos. Vimos cataratas, saltos de agua, potholes*, el río en la profundidad de la garganta y las formaciones que la fuerza del agua ha dejado en las paredes cársticas de la montaña.

Llegamos hasta el puente número 4, a unos 800 metros del parking y decidimos no volver por el mismo camino sino por un desvío que nos devolvió por un nivel más elevado, fuera de la ruta turística, cruzando el bosque y con el cañón por debajo de nosotros.

Lago Medicine

Seguimos nuestro recorrido en coche hacia el lago Maligne para llegar unos kilómetros después al mirador del lago Medicine. Esta zona sufrió un incendio «natural» en julio del 2015 (un año antes de nuestro viaje) y el contraste con los paisajes que habíamos visto hasta ese momento es enorme.

Canadá tiene una política muy clara con los incendios no provocados: el bosque necesita regenerarse. Solo se actúa contra el fuego si éste pone en peligro vidas humanas o instalaciones. Y tras el incendio se talan los árboles que tienen peligro de caer, pero ni se retira su madera ni se hace ningún otro tipo de actuación. De esta manera, la madera se descompone nutriendo el sustrato y favorece la creación de vida nueva: un nuevo ecosistema joven y fuerte nacido de los restos del anterior.

El lago Medicine tiene una longitud de unos 8 km, pero no es un lago «normal». En primavera y verano el lago se muestra en todo su esplendor por el agua que proviene del deshielo de los glaciares pero en otoño e invierno el lago desaparece dejando solo algunas charcas y barrizales.

En el extremo contrario al mirador vimos una especie delta pantanoso formado por un entramado de riachuelos en los que se bifurca el río que proviene del lago Maligne. Estos riachuelos son el nutriente principal de este lago además del agua del deshielo de los glaciares de las montañas circundantes.

Es un lago muy bonito, el contraste entre la vegetación quemada y la floreciente, las montañas casi sin vegetación de la orilla norte, la transparencia del agua… No tiene un sendero oficial que lo recorra, pero desde el mirador partían varias posibilidades.

Lago Maligne

Seguimos camino para llegar al final de la carretera y su premio: el lago Maligne. Es el mayor lago natural de las Rocosas Canadienses, mide unos 22 km de largo, entre 200 m y un km de ancho y tiene una profundidad máxima de 96 m. Está flanqueado por montañas nevadas de las que recibe toda su agua a través de diferentes arroyos. Es un destino popular en todas las épocas del año, por sus senderos, sus bosques de pino y abeto, la fauna salvaje que lo puebla (alces, caribús, patos y osos) y sus pistas de esquí en invierno.

Junto al aparcamiento encontramos una tienda-restaurante con toda la información y souvenirs que se puedan imaginar. También se exponen fotografías y escritos sobre el lago, la expedición que lo encontró y una copia del mapa que provocó su descubrimiento. También hay una empresa de alquiler de canoas y kayaks y otra que hace traslados y cruceros por el lago.

Una de las imágenes más populares de las Montañas Rocosas de Canadá es la imagen de la Spirit Island, que está en medio del lago a unos 14 km de la zona urbanizada. También hay 2 áreas de acampada y varias zonas de picnic, se necesita barco para llegar a muchas de ellas (o aventurarse a atravesar el bosque sin caminos señalizados).

No hay un sendero que recorra el lago Maligne en su totalidad, solo cerca de 1 km hasta la bahía llamada «Barry’s Bay», en la orilla Norte. Es el recorrido que hicimos con toda la tranquilidad posible. Fuimos viendo gente remar (o intentarlo), paramos para comer y remojarnos los pies en el lago, para descansar y mirar el paisaje tomando fotos… Durante el camino hay varios postes informativos sobre la historia de cómo se descubrió el lago a principios del siglo pasado y el reto que suponía en esos momentos aventurarse en territorios vírgenes para explorarlos.

Tras un buen rato alternando caminatas y relax volvimos al coche para regresar hacia nuestro alojamiento. Al día siguiente nos esperaban glaciares, cataratas y nuevos paisajes memorables.