Día 3. Castillos del río Dart

Dedicamos este día a recorrer los castillos que salpican el tramo final del río Dart, desde su desembocadura hasta la zona de los páramos del parque nacional de Dartmoor donde hicimos una excursión por la ruta de Newbridge que recorre un trozo de la ribera del Dart por entre bosques y terminamos el día viendo una de las pocas puestas de sol que disfrutamos en Inglaterra.

Dartmouth Castle

Este castillo está estratégicamente construido para vigilar y defender el puerto de la ciudad de Dartmouth y su estuario, con bonitas vistas al mar y la ría. Su construcción se inició en 1338 aunque la torre de los cañones, que alberga una impresionante batería de ellos, no se añadió hasta cerca de un siglo más tarde. En el interior del castillo está también la iglesia de Saint Petrox.

Se dice que es la primera fortificación en Inglaterra especialmente construida para albergar cañones pesados “anti-barco” y tiene otra curiosa medida defensiva: una cadena oculta que cruza la ría y permitía bloquear la entrada de barcos en tiempos de guerra, dejándolos a merced de los cañones.

El recorrido por el castillo está lleno de pasillos laberínticos y escaleras estrechas desde las que se va accediendo a las diferentes estancias y niveles, con paneles y vídeos explicativos de los usos de cada sala, su contenido y su historia militar, que llegó a su fin tras la II Guerra Mundial.

En la entrada hay un salón de té, y en el exterior hay varios senderos por los bosques de la ladera desde los que tener una vista completa del conjunto o disfrutar de la naturaleza y el avistamiento de aves.

Totnes Castle

El castillo de Totnes está enclavado en medio del pueblo del mismo nombre y es una típica construcción normanda: una torre en un montículo y rodeada de una muralla exterior, aunque en este caso la torre tiene planta circular.

Desde lo alto de la muralla se consiguen unas vistas impresionantes de los tejados del pueblo y el río Dart por encima de ellos, en los terrenos alrededor de la torre hay una zona de picnic perfecta para un día soleado (no fue nuestro caso).

No estuvimos mucho rato en este castillo ya que sabíamos que nuestra próxima visita iba a necesitar bastante tiempo.

Berry Pomeroy

Las impresionantes ruinas del castillo Berry Pomeroy requieren una visita larga y tranquila, estaba destinado a convertirse en la vivienda más espectacular de Devon pero nunca se completó y fue abandonada a su suerte sobre el 1700, momento en el que empezaron a fraguarse románticas historias de fantasmas sobre ella.

Se cuenta que en este castillo habitan dos fantasmas femeninos: la Dama de Blanco y la Dama de Azul. La Dama de Blanco es el espíritu de Margaret Pomeroy, quien murió de hambre prisionera en las mazmorras del castillo. Su espíritu se eleva desde la torre de Santa Margaret para luego vagar por los pasillos y ascender por las murallas del castillo. La Dama de Azul no tiene una zona concreta y cuando se aparece intenta atraer a los visitantes a un lugar concreto del castillo. Seguirla no es buena idea.

El castillo está situado en medio de un profundo valle boscoso por el que pueden hacerse varias excursiones de senderismo. Se cree que su origen es normando y que lo comenzó a construir, a finales del siglo XV, la familia Pomeroy, más tarde y dentro de sus defensas la familia Seymour construyó primero una modesta mansión isabelina y a partir de 1600 comenzaron a ampliarla para que tuviera dimensiones palaciegas pero tuvieron que abandonar el proyecto por falta de fondos.

Varios paneles informativos y la audioguía gratuita (solo en inglés) van explicando la historia de estas magníficas ruinas, sus leyendas y el uso que tuvieron en su día las diferentes estancias.

Compton Castle

No tuvimos suerte con el que iba a ser el último castillo del día y nos lo encontramos cerrado, llegamos demasiado tarde.

Aunque se le llame castillo, Compton es una casa señorial fortificada y rodeada por un pequeño jardín. Fue el hogar de la familia Gilbert durante más de 600 años y está situada en un paisaje de colinas y árboles frutales.

La visita destaca por que Compton posee una cocina medieval separada del castillo, una torre interior para su defensa y unos jardines muy cuidados.

Newbridge – Dartmoor N.P.

Ya de vuelta hacia nuestro alojamiento, volvimos a cruzar el parque nacional de Dartmoor, sin lluvia y con ratos de sol esta vez y aprovechamos para caminar un poco en plena naturaleza por el sendero de Newbridge.

Dejamos el coche en el aparcamiento y nos internamos en el bosque, por un camino bien marcado y que transcurre paralelo al río durante un buen rato, rodeados de pájaros y ardillas. Después de tanto castillo y piedra agradecimos un rato de ver árboles y algún animal.

En el enlace de más abajo encontraréis un PDF (en inglés) con la descripción oficial de la ruta (yo diría que las distancias no están bien calculadas y en realidad son el doble).

Después del paseo seguimos hacia Yelverton y pudimos ver una puesta de sol desde los páramos del Parque Natural.