Basilica di Santa Croce

Otra de las visitas obligatorias en Florencia es la de la Basílica de Santa Croce. A unos 500 m de la Piazza de la Signoria hacia el este por las callejuelas del casco histórico de la ciudad. Es la segunda iglesia más grande de Florencia, solo superada por la catedral, con 115 metros de largo y 38 de ancho.

La basílica está ubicada en la plaza del mismo nombre y como muchas de las construcciones religiosas de esta ciudad su fachada de mármoles blancos rojos y verdes sorprende si no la esperas. La plaza está llena de tiendas de piel, todas con el cartel de rebajas aunque no se puede decir que los precios sean una ganga.

La Basílica de Santa Croce fue fundada en 1294 y es la iglesia franciscana más grande del mundo. Su visita se divide en varias partes: la nave principal y la capilla Pazzi (rivales de los Medici), la galería de los monumentos fúnebres, el Museo de la Opera de Santa Croce y dos enormes claustros (ver mapa de la visita al final de la entrada).

Basilica (nave principal)

Desde luego la nave central de la basílica impresiona por sus dimensiones y su diafanidad, solo hay unos cuantos bancos para los oficios en la zona más cercana al púlpito el resto está vacío y logra un mayor efecto de amplitud.

Otro de los motivos que hacen obligatoria esta visita son las tumbas que en ella se pueden contemplar de personajes históricos famosos (genios, inventores, pensadores…) que llenan las paredes laterales con suntuosas estatuas. Entre ellas están las de: Miguel Ángel, Galileo Galilei, Dante Alighieri y Maquiavelo (en las fotos del final de la entrada podrás verlas).

También vale la pena fijarse en las lápidas en el suelo, con cuidado de no tropezar con sus profundos relieves y muy gastadas por el paso del tiempo (y de las personas por encima de ellas).

Por último mencionar las pinturas que cubren paredes y techos de algunas de las salas anexas a la nave central y entre las que se encuentran diversas obras de Giotto y Gaddi.

Monumentos Fúnebres

La Galleria dei Monumenti Funebri ocupa uno de los laterales del mayor de los claustros. En el pasillo subterráneo hay una colección de lápidas de todos los tiempos puestas a modo de mosaico en suelo y paredes y algunas esculturas.

Pero la parte más impactante es la parte que está arriba, en el pasillo al aire libre del claustro y muestra una secuencia de murales de escenas de la Divina Comedia de Dante.

Museo dell’Opera de Santa Croce

No es muy grande, pero tiene unas cuantas obras muy destacables: una Crucifixión de Cimabue (pintada alrededor del 1280 y restaurada en 1966 tras unas inundaciones que la estropearon), una estatua de Donatello de bronce dorado (1424), un busto de terracota de San Francisco con estigmas de Robbia, y varios frescos de Taddeo Gaddi como La Última Cena (1333, ver fotos).

Mapa de la visita: