George Elliot (2)
Bendito sea el hombre que no teniendo nada que decir, se abstiene de demostrárnoslo con sus palabras.
Bendito sea el hombre que no teniendo nada que decir, se abstiene de demostrárnoslo con sus palabras.
La crueldad, como cualquier otro vicio, no requiere ningún motivo para ser practicada, apenas oportunidad.