La semana pasada leí que la Iglesia va a reahabilitar a los Caballeros Templarios, una orden militar cristiana de la época medieval acusada de herejía y conducta sexual inadecuada. Su último gran Maestre, Jacques de Molay, debe estar contento a pesar de que en su momento fue torturado hasta que se consiguió una declaración (forzada o coaccionada) y después chamuscado en una hoguera hasta la muerte.
Algo debe estar cambiando en la Iglesia cuando cerca de 700 años después de los «juicios» y procesos contra esta orden que llevaron a su aniquilación deciden publicar un libro con una recopilación de los archivos secretos del Vaticano sobre los mismos (los juicios). Puede que sea sentimiento de culpa, o ganas de reconocer que, estando formada por humanos, también comente errores (y de los gordos).
Lo que el pueblo llano sabemos de los Templarios probablemente tenga mucho más de leyenda que de realidad:
- en menos de 100 años llegaron a ser la orden de caballería más poderosa del mundo (incluso más que varios paises europeos como Francia o España)
- «algo» misterioso les daba o facilitaba ese poder, y supuestamente lo desenterraron los fundadores de la orden desde las entrañas del Templo de Salomón en Jerusalen ¿el Santo Grial?
- se convirtieron en los prestamistas habituales delos poderosos
- nunca participaron en «guerras» contra otros cristianos (como por ejemplo, los cátaros)
- sus iglesias y fortificaciones seguían planes cósmicos en cuanto a su localización y estructura
- fueron acusados por herejía y aniquilados (bendita Inquisición), pero sus grandes tesoros nunca aparecieron
Me alegro de que ahora, aunque no sirva para mucho, el Papa Clemente V absuelva a los Templarios de los cargos de herejía, la acusación principal del rey Felipe en sus intentos por eliminarlos. Los Templarios murieron en la hoguera, pero los inquisidores lograron las confesiones bajo coacción.
Y me alegro por que significa que la Iglesia avanza reconociendo errores del pasado cosa que otros muchos Estados deberían comenzar a hacer para, poco a poco, intentar que se olviden ciertas rencillas y odios que hacen que el mundo sea un lugar tenso donde en cualquier momento puede estallar otra guerra o aparecer otra gran injusticia, ya sea en nombre de Dios, del Dinero o del Color de la Piel.
Si te interesa la noticia etera, puedes encontrarla aquí: Los Templarios reciben el indulto después de 700 años