Estoy leyendo «El alma está en el cerebro», un libro de Eduardo Punset donde hace un recopilatorio de experiencias, aprendizajes y momento de su programa de televisión Redes. Me está pareciendo un libro muy interesante sobre los descubrimientos que se están realizando en el órgano más desconocido de nuestros cuerpos humanos: el cerebro.

Anoche estuve leyendo el capítulo titulado ¿Por qué los jóvenes son irresponsables?

Parece que, más rápido de lo que parece, los neurólogos van encontrando explicación a cualquier conducta extraña y califican la irresponsabilidad como tal. Estos son algunos de los extractos de dicho capítulo:

… nuestro cerebro tiene una capacidad adaptativa increible. tiene capacidad para crear, para funcionar en distintos medios, para programar tácticas y proyectos que permiten que el ser humano se adapte al entorno…

… estas habilidades o capacidades pueden localizarse en el neocórtex y, gracias a él, el ser humano puede planificar, puede saber dónde está, puede plantearse preguntas y hacer predicciones…

… Esta capacidad se ha localizado en la parte anterior del cerebro, en el lóbulo prerfrontal, que es la parte que madura más tarde en la especie humana … Ahí se establecen las conexiones neuronales definitivas y, en la adolescencia tardía, se produce la conectividad neuronal que es el estado funcional ideal del cerebro humano…

… si usted ve un joven que pilota una moto a 200 km/h en una vía pública, puede estar casi seguro de que ese muchacho no tiene todas las neuronas prefrontales conectadas y, por lo tanto, le resulta muy difícil predecir que puede matarse. Lo llamamos «inconsciente», pero esa inconsciencia se basa en un hecho fisiológico: sus neuronas prefrontales no están firmemente conectadas y no es capaz de prevenir riesgos y hacer predicciones ajustadas.

La sabiduría popular desde hace mucho tiempo ya conocía este estado incompleto asociado a la irresponsabilidad: «nadie con 2 dedos de frente hubiera hecho eso», «le falta un hervor», … Son frases hechas relacionadas con comportamientos irresponsables (en muchos casos). Es curioso que se relacionen con la parte anterior del cerebro o con que algo no se ha acabado de hacer ¿no? Ahora lo afirman eminencias científicas reconocidas del mundo neurológico, ¡pero mis bisabuelos ya lo sabían!

En cualquier caso creo que debe haber más motivos que modelen la irresponsabilidad, por suerte no todos los jóvenes realizan temeridades, incluso diría que en el estado de madurez de la mayoría de personas influyen muchos otros aspectos, interiores y del entorno en que se ha desarrollado. Si tu padre con su coche va a 200 km/h ¿por qué no vas ahacerlo tu con tu moto? y el padre ya no es adolescente ¿cuál es su problema? ¿Síndrome de Peter Pan?

No creo que la irresponsabilidad tenga tan fácil explicación basándonos en algo tan desconocido como el cerebro. Estoy seguro de que una educación conveniente, unos padres preocupados y un entorno adecuado son mucho más poderosos que unas cuantas neuronas por terminar de conectarse.

De hecho mientras leía el libro pensaba: «si uno de estos temerarios leyera este capítulo, tendría la excusa perfecta para despreocuparse del todo y achacar cualquiera de sus irresponsabilidades a su lóbulo prefrontal. Mire señor, es que soy adolescente! Y así hasta los 40 años».

Es posible que siga escribiendo sobre lo que me encuentre en este libro ¿os ha gustado?

Publicaciones Similares

3 comentarios

  1. No creo que exista una maquina mas perfecta que el cerebro, y aun mas el de un joven que esta buscando aprender en cada momento, buscare el libro para leerlo.

  2. Me gusto mucho y mas cuando una persona que conozco es irresponsable. Ahora le podre ayudar. gracias.
    el cerebro es lo mas perfecto de un ser humano

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *